Aurora Jazmín Stark Casa Stark
Mensajes : 6 Fecha de inscripción : 23/10/2011
| Tema: Una vz mas, metiendome en problemas - Ekaterina Arryn Dom Oct 30, 2011 11:09 pm | |
| Ya era de tarde el sol estaba tomando el viaje para ocultarse tras las montañas y desaparecer para dejar el paso a la noche y sus estrellas.
Me encontraba caminando por el patio, con mi vestido azul y mi abrigo, había bajado un poco la temperatura por lo cual me había puesto una bufanda que tenía en mi bolsillo. De un momento a otro sin prestar mucha atención donde me dirigía, solo disfrutando del sonido de la nieve crujir bajo mis pies, llegue en frente de la vieja torre, era gris y con un aspecto deplorable, y decadente, entre para encontrarme frente una larga escalinata. Muy pocas veces me había dirigido allí, y nunca me había atrevido a subir ya que era una entre tantas cosas de la larga lista de prohibiciones que tenia. Me mordí el labio inferior debatiéndome si tendría o no que entrar, a curiosidad me empujaba a seguir subiendo pero hoy me había metido en muchos problemas, aunque a mis piernas no le importo eso, ya que comenzaron a avanzar solas prácticamente.
Comencé a subir los peldaños uno en uno, y a medida que iba subiendo los sonidos eran escalofriantes, el viento que se filtraba por las hendiduras de la piedra rota creaba unos chiflidos que daban miedo, además la madera crujía bajo mis pies y los cuervos graznaban en lo alto, por lo que provocaban eco.
Me detuve unos instantes a descansar a mitad de la escalinata, nunca me había imaginado que habría tantos peldaños, aparte necesitaba darme un poco mas de valor, si alguien me viera aquí nadie me salvaría de un castigo. No le di mucha más importancia y seguí adelante hasta llegar al final.
Era una habitación polvorienta en la que me encontraba, había mucha mugre por doquier, faltaban varias ventanas por lo cual los cuervos se habían hecho varios nidos para resguardarse del frio, pese a eso volaron lejos cuando pise la habitación.
Me encamine hacia una de las ventanas y me quede mirando el hermoso paisaje, era encantador, único brillante. El sol iluminaba el lugar por lo cual era aun mas magnifico, mire todo con detalle como para atesorar la mayor cantidad de recuerdos del verano… que como todos sabia que pronto iba a terminar.
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Ekaterina Arryn Casa Arryn
Mensajes : 40 Fecha de inscripción : 14/10/2011 Edad : 29 Localización : Actualmente Invernalia
| Tema: Re: Una vz mas, metiendome en problemas - Ekaterina Arryn Mar Nov 01, 2011 10:36 pm | |
| -Lo estás haciendo mal-me regañó Rhea, sosteniendo acusadoramente una de sus dagas en mi dirección-No estás girando el tobillo derecho, debes impulsarte con el movimiento que nace de él, rotar la cadera, y con eso, inclinarte un poco, y dar la estocada. Tú sólo estás girando sobre tu eje como un trompo-se acercó a mí, y se agachó hasta tomar mi pantorilla, y elevarla un poco-Debes girar, como si bailaras, como si el movimiento fuera una corriente de aire que surca tu piel-colocó mi pie en posición, y me dejó como un flamenco sin gracia sobre un sólo pie. Se incorporó, y me evaluó con sus azules ojos, instándome a que hiciera lo que debía. Ensayé el giro que ella me decía, y clavé una de mis Garras sobre el saco de paja que pendía del techo de mi habitación. Justo en el centro. -¡Perfecto! Y el movimiento fue fluido, directo desde tu tobillo, hasta tu muñeca, y al saco. ¡Esa es mi chica-exclamó y prorrumpió en carcajadas-Doy por concluida la lección de hoy Kat, puedes ir a darte un baño-dijo, hizo una reverencia, y se retiró de mi habitación, en busca de las criadas para que prepararan mi baño, como hacía cada vez que terminábamos de entrenar. Ese día me había dejado exhausta, pero feliz. Me desnudé, y guardé las Garras en mi cofre de jaspe y ónice, donde las dejé reposar sobre una almohadilla de terciopelo de Myr, color obispo. Sonreí quedamente, y escondí el cofre entre mis vestidos de verano, donde nadie buscaría, ya que en Invernalia hace demasiado frío para ponerme cosas así, y mis criadas no querrían vestirme inapropiadamente. Hablando de las criadas... llegaron cargadas de aceites aromáticas, agua hirviendo, esponjas, y jabones especiados. Me hundí en la tina llena a rebalsar. El aroma a los nardos llenaba el aire, y me empecé a adormilar cuando las muchachas se ocuparon de mi cabello. Pero acabó muy pronto, y en menos de una hora, estuve enfundada en un vestido verde jade, que por supuesto, marcaba casi obsenamente mis pechos, y delimitaba mi angosta cintura con un cinturón de cuero repujado con símbolos rúnicos de Essos. Tomé mi capa de Gatasombra, y decidí aventurarme un poco, pero esta vez, sin salir de Invernalia, eso me prometí a mi misma. Saludé cordialmente a todos los guardias del Nido, y me alejé tarareando levemente, una canción que me solía cantar mi ama de cría. Distraída y con ganas de explorar, me encontré de frente a la Torre de la Campana, y su altura me impresionó porque era incluso más alta que el torreón principal de la Fortaleza de los Stark. Un poco de curiosidad no le hizo daño a nadie, además, podía explorar tranquila, algún día iba a ser ama y señora de este lugar, y seguramente a Brandon le gustaría saber que su futura esposa conocía hasta el más mínimo hueco de su territorio. Me arrebujé en mi capa, y comencé a subir unos escalones que por fortuna soportaban mi peso, pero crujían insoportablemente, sumado al sonido de mis pisadas, unos cuervos comenzaron a graznar, y curiosamente, eso no me preocupó ni nada por el estilo. Al menos, estaban las aves para hacerme compañía, y me encantaban. Un pinchazo de nostalgia por mis águilas y halcones, que había dejado en el Valle de Arryn, me atenazó el corazón, pero me deshice de él rápidamente. En cuanto llegué a la cima, donde un desvencijado soporte tenía encima a una campana de bronce labrada. Había polvo por doquier, y los rayos de la luz del sol dibujaban figuras curiosas sobre el suelo, dando a las sombras aspectos fantásticos. Mirando con más detenimiento, noté una figura femenina mirando hacia una ventana. Su cabello color rojo, destellaba con mil luces rojizas. Era de masomenos mi estatura, y contextura física, pero díficilmente podía acertar a una conjetura de ese tipo, porque estaba enfundada en una oscura, pero liviana capa. -Buenas tardes-saludé educadamente, y me acerqué a paso liviano. Parece que los cuervos no iban a ser mi única compañía esa tarde.
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