Más allá de la Luna Nombre: Ekaterina Samyra Arryn
Apodo: Kate, Bailarina del Nido
Casa: Arryn
Reino donde naciste: El Valle de Arryn
Edad: 15 años
Afinidad: Mujer de Armas
Habilidades: Es una mujer sumamante
Inteligente, su
Destreza es equivalente a la gracia de las aguas que corren por todo el Valle de Arryn, y su
Percepción rivaliza con las los ojos de los halcones que vuelvan en lo alto de su castillo.
Descripción física: Es una hermosa mujer, cuyo cuerpo es una armonía de curvas. Tiene una piel marfileña, de apariencia suave y frágil. Su cabello cae en livianos rizos u ondas de color rubio oscuro. Suele llevarlo suelto, que de esta manera pasa su cadera de largo. Su torso es pequeño, y sus pechos ajustados a su tamaño menudo, sin perder turgencia. Su cintura es finísima, y de ella nacen un par de piernas delgadas y torneadas con tobillos angostos y delicados pies. Su rostro es anguloso, y de facciones angelicales. Sus azules ojos son almendrados dándole un aspecto soñador, su fina boca es altamente expresiva. Suele caminar con tranquilidad, y los que la ven, no pueden evitar mirarla por una segunda vez.
Descripción psicológica: Criada para ser una dama, comprende a la perfección su postura en la sociedad del Valle. Como una Arryn, debe ser prudente, honorable, y siempre utilizar sus palabras como escudo, arma, y estrategia. Se reconoce a sí misma como una joven sensata, pero a veces (muchas veces) dada a la aventura, cosa que más de una vez le ha valido una severa reprimenda por parte de su septa. Siempre piensa antes de hablar, y con una sóla mirada puede evaluar a su interlocutor. Prefiere mantenerse alejada de los bullicios de la corte, pero entiende que son su deber como la hija del Lord Protector del Valle y Guardián del Este. Es muy buena a la hora de bailar, escribir poesía y mantener conversaciones sumamente interesantes con personas de mayor edad que ella. No puede bordar, ni cantar, y por más que lo intente, sólo consigue enredar las agujas con sus dedos, romperse uñas, o desafinar como un ave a punto de morir. Conoce sus debilidades y sus fortalezas, y mantiene los secretos anhelos de libertad y cariño que anidan en su alma como un tesoro. Puede pasar horas leyendo antiguos volúmenes de la vasta biblioteca del Nido de Águilas, nutriendo su mente y expandiendo sus palabras. Rodeada continuamente de su séquito de damas, su septa y criados, no puede evitar querer gritar y salir corriendo al rincón más alto de Cielo, y practicar Cetrería o Mejorar su habilidad con sus dagas, sus dos pasiones completamente secretas. A pesar de todo esto, Kate, siempre usa una máscara de suavidad, buenos modales, y una justa indiferencia, detrás de la cual, se oculta un deseo de volar libre como el halcón de su Emblema. Más allá de la Luna.
Ascendencia: Sus padres son Egon Arryn, Lord Protector del Valle de Arryn, Señor del Nido de Águilas y Guardián del Este, y su señora Claryce Tyrell Arryn, primera hija de Lord Jonas Tyrell de Altojardín.
Historia:
Nacida en una cálida mañana de un corto Otoño, fue la segunda hija de Lord Egon y Lady Claryce, quienes ya tenían a su heredero, Efraim Arryn, quien estaba a punto de alcanzar su segundo día del nombre. Fue un parto dificultoso y largo, pero el Maestre Erryol pudo sacar a la bebé sin complicaciones. Su llanto se junto al de sus padres, quienes estaban radiantes de felicidad, al ver que otro fruto de su simiente llegaba al mundo. La nombraron en honor a las señoras madres de sus padres. Antes de cumplir un mes de vida, fue ungida con los siete óleos en el Sept del Nido de Águilas, y muchos caballeros y banderizos juraron proteger a la bebé con sus vidas.
Con el paso de los años, Ekaterina crecía como una dama digna de la Casa Arryn, seguida siempre de cerca por su septa de mediana edad, llamada Niniana. Fue instruida en las artes de la danza, bordar, la poesía, el canto, y el baile, como correspondía a toda dama de alta alcurnia. Lamentablemente, y por más que su septa la regañara, no podía bordar, sus manos estaban marcadas de diminutos picotones rojos de tanto que se clavaba las agujas, y cuando no se lastimaba, las enredaba con el tejido. Tampoco puede cantar, tiene una suave voz, delicada como el gorjeo de un ruiseñor, pero cuando entona la primera nota, parece que estuviera sollozando en idioma Dothraki.
En su séptimo día del nombre, que coincidió con la llegada del Verano, su señor padre la llevó a su cámara privada, dónde sólo a sus Consejeros, al Maestre Erryol y a su señora madre dejaba entrar. Le explicó con todo el cariño y la paciencia que sólo un bondadoso hombre puede tener, que había observado sus movimientos a la hora de bailar, y que estaba orgulloso de tener una hija liviana como el viento, y brillante como la Luna. La llevó al balcón de su ventanal, y extendiendo el brazo, que Kate notó que estaba protegido con una larga manga de cuero rígido, silbó con suavidad. Un halcón formidable llegó volando con presteza y se posó sobre el antebrazo de su señor padre.
“-Es para ti, mi querida Bailarina del Nido-dijo con cariño, y mirando hacia atrás, uno de los criados apareció con una manga de cuero color rojo, con apliques de nácar proveniente de las Ciudades Libres, y se la colocó a la niña, cuyo corazón bailaba en su pecho. Su señor padre con delicadeza, pasó al ave de su brazo al de ella, y le enseñó las primeras lecciones de cetrería. Le hizo jurar por el honor de su nombre, que su señora madre jamás debía enterarse de éstas prácticas, ya que Claryse creería que no era algo digno de una dama, pero Egon lo pensó como una actividad para unirlo más a su hija, ya que los Arryn llevaban siglos entrenando halcones, por eso eran el Emblema de su Familia.
Muy pronto, tuvo casi una docena de halcones todos perfectamente entrenados por ella. Había mantenido el secreto lejos de su septa y de su señora madre, diciendo que deseaba estar sola en sus aposentos para poder escribir poesía. Al poco rato, aparecía su señor padre, y juntos llamaban a sus aves. Pasadas unas buenas horas, en las que padre e hija compartían bromas, teorías, recuerdos, añoranzas y lecciones de vida, Lord Egon se retiraba, las aves regresaban a su escondite, y la septa entraba a la habitación, para ver las novedosas poesías que su pupila escribía tan sentidamente.
Así pasaron dichosos años, y un largo Verano que no parecía tener fin. Para la sorpresa de la joven Kate, una extraña emisaria de las Tierras Libres, llamada Rhea, fue contratada como Cocinera Personal de Kate. ¿Para qué querría la joven una cocinera personal? No lo entendía, pero era idea de su madre, y si su padre no sospechaba, ella tampoco.
A los pocos días de la llegada de la Lysena, Lady Claryse, la llevó a una de las cámaras que estaban entre Cielo y el Nido de Águilas, construidas en cuevas olvidadas por los dioses. Y allí estaba Rhea, quien postrándose sobre sus rodillas, le juró lealtad a la joven dama, dar su vida por ella, y enseñarle todo lo que sabía. La sorpresa de Kate fue inigualable, al comprender que su madre quería que fuera una dama sin igual.
“-He pensado en cómo bailas hija mía, y también, pienso que hay tiempos complicados que se avecinan. A veces, con una guardia de cincuenta hombres no basta, y no quiero pensar que algo te podría pasar. Por eso, quiero que tú seas tu propia arma, tu propia garantía-la suave voz de su señora madre la conmovió-Rhea es una Bailarina de Dagas, una mujer que mezclando la habilidad de su cuerpo, siguiendo su ritmo interior, puede ser más mortal que la Guardia Real del Rey Niño-dijo mirando a la joven de veitidós años, que seguía postrada de rodillas-He mandado a hacer esto para tí-pronunció, y fue hasta un mueble destartalado, de donde sacó una caja de arciano pintada con curiosas runas. La abrió para que Kate la viera, y en su interior, descansaban dos pares de dagas de acero valyriano, con empuñaduras en forma de lunas en cuarto menguante-Son las Garras de Águila. Son tu nueva garantía de vivir-dijo su señora madre y la abrazó con fuerza.
Exactamente un año después, en vísperas de su decimo quinto día del nombre, llegó un cuervo desde Invernalia, en el cual, el Lord Stark, aceptaba alegremente el compromiso entre su hijo Brandon y su hija Kate.
A las horas, una caravana ya estaba lista para que todos los Arryn, su corte, la Cocinera Personal de Kate, sirvientes, y regalos, estaba lista para ir hacia las frías tierras de Invernalia.