Cansada…aburrida…así me encontraba desde que la prometida de Brandon había llegado, parecía fría y madre decía que era una joven agradable, hasta el momento no había cruzado palabra alguna con ella y no era que no quisiese, solo que me fatigaba de tan solo pensarlo, desde la mañana me había empeñado en esconderme, no quería sumergirme en mis deberes tampoco tenía ganas de practicar el baile o el canto, solo quería alejarme de todo lo que estaba ocurriendo a mi alrededor y era buena en ello pues logre escaparme de mi nana.
Caminaba sintiendo el crujir de las hojas bajo mis zapatos, los árboles se mecían por el viento que soplaba como si alguien susurrase una canción, llevaba mis cabellos detrás de mis oídos pues me molestaba el que estuviesen frente a mi rostro, el cantar de los escuetos pajarillos me alegraba el alma y me senté en una roca, no estaba lejos del castillo pero necesitaba un momento a solas, saque una manzana roja que llevaba en una bolsita y comencé a comer mientras ojeaba un libro con leyendas, se respiraba tan bien la soledad que vendría más seguido por aquí aunque seguro me metería en muchos problemas.